Adiós, tío.

Un mes de silencio por el único maestro y mentor que tuve en la vida.

Ahora estás en todos lados.

Viaje de Trabajo

Dos películas saben transmitir el particular conjunto de sensaciones que provocan los viajes de trabajo: “Fight Club” y “Lost in Translation”. Largos períodos de silencio, amistades ocasionales, cenas solitarias, personajes extraños, incomprensión, situaciones vividas en perspectiva: una cosa lleva a la otra.

El arte de las habitaciones de hotel… ¿Quién pintará esos cuadros?

Hay tres factores que condicionan el glamour del hotel y de la habitación: el puesto de uno en la empresa, el tamaño de la empresa y el rubro. El rubro de la empresa fija la ciudad, el tamaño de la empresa fija el hotel y el puesto de uno en la empresa fija la habitación.

En concreto: ciudad del interior de Brasil, hotel 4 estrellas, una habitación con 1/5 de vista al mar. El balcón es grande y asomándose un poco se puede ver ese 1/5 de mar. Los 4/5 restantes miran a otros edificios. Ventanitas iluminadas, gente comiendo, ordenando cosas, viendo TV, vistiéndose y desvistiéndose. Hace demasiado calor afuera como para quedarse espiando.

Alguien me esta mirando desde una de las ventanas. Es una mujer negra. Está muy transpirada. Me hace unas señas y le respondo indicándole el número de mi habitación. Veo que levanta el tubo de teléfono, habla y ahora suena el teléfono en mi habitación.

La voz de un hombre me dice: “yo sólo te muestro todo lo que puedes hacer”.

Falta un día para el carnaval y estoy encerrado en mi habitación, con las cortinas cerradas. Escucho tambores y tengo mucho frío.

Meditaciones de Fede

Parece como si algunas preguntas molestan. A veces cuando pregunto algo me dicen sonriendo “qué buena pregunta”… y otras veces me dicen con cara triste o enojada “se fue muy lejos” o “cuando seas más grande te explico”. Por ahí esas son las “malas preguntas”.

Creo que fue una “mala pregunta” la que le hice a mamá sobre el señor que está en esa foto vieja. La sacó de un cajón y ahora no para de mirarla. Creo que es mi abuelo, o algo así… entonces yo quería saber donde está. Pero no es uno de esos que “se fue muy lejos”. Es uno de esos que les pasó algo que todavía soy muy chico para entender.

No se. La otra vez vi en el Discovery Channel que los chicos aprendemos mucho más rápido que los grandes… Entonces no sé por qué tengo que esperar a ser grande para aprender algo que podría aprenderlo más rápido ahora.

¿Qué le habrá pasado a ese señor? ¿Fumaba mucho y no pudo respirar más?

Parece como si ese señor le trajo algún recuerdo de pulmones, o aire, no se. O de falta de aire. Ahora mamá empezó a fumar y respira raro. También se frota mucho el pecho. Como que respira mucho de golpe y después deja salir el aire lentamente. Debe ser el cigarrillo que hace mal. Pero no sabía que lastimaba los pulmones tan rápido. Yo creía que era más lento, porque el amigo pelado del tío siempre dice que fuma hace treinta años y yo no veo que respire así. Puede ser que mamá respire así por otra cosa…

Como que algo cambió desde que empezó a ir a ese curso a la noche. Ella me dice que le gusta mucho, pero yo la veo muy cansada. Ahora los sábados se queda durmiendo hasta tarde, y duerme la siesta. Los domingos también. Se la pasa durmiendo todo el día. La otra vez Juampi me preguntó por qué era tan callada mi mamá y yo le dije que no era así, que sólo estaba cansada por el curso que tiene. No se bien de qué es ese curso… es de historia o algo así. Pero no trae a los compañeros a casa. Como que los grandes dejan de hacer algunas cosas.

¿Qué soñará mamá? ¿Soñará con ese señor?

Sueña también cuando cenamos… Se queda mirando para arriba y yo le pregunto ¿Qué mirás? Y me dice… “Dale, terminá la carne”. Pero esto no es carne, son patys. Ahora comemos patys todo el día. A veces los hace al microondas y quedan todos babosos. Capaz es una nueva dieta, porque todo lo dietético es feo. A mi me gustan los patys, pero me gusta comerlos afuera. En casa no.
Creo que preguntarle a mamá por qué ahora cocina siempre patys es una “mala pregunta”. Lo bueno es que ya se la respuesta: “mamá se fue muy lejos”.

Meditaciones de Mónica Kowalsky

Ese único banco vacío en la clase… ahora está ocupado. Tantas cosas nos separan. Hasta la “y”, la letra conjuntiva por excelencia nos separa. Paradójico. ¿Las paradojas serán señales? ¿O las letras? Menos letras, menos palabras… Síntesis: La composición de un todo por la unión de sus partes. Sigo sin ver el todo, ni la unión… mi “y” me divide. Paradójico.

¿Quiénes estarán del otro lado de la línea? ¿Serán reales?

Me siento tan estúpida yendo a hablarle, a sacarle algún tema de conversación. Haciéndole comentarios que evidencian tanto lo pendiente que estoy de él. Tan estúpida. ¿Y para qué? ¿Para qué me obsesiono con él? ¿Qué fuerza tengo yo para arrancarle su anillo de oro?

Ese impulso por cuidar a alguien que ni conocemos. Que lo sentimos tan familiar y nada que ver… Como cruzarse un famoso por la calle. Ni te registra. Ni se da cuenta que lloraste como una perra por él cuando le pasaba una desgracia en la película que protagonizaba. Todo es una fantasía. Fantasías generadoras de angustia. O fantasías que desentierran angustias reales… Y alegrías. Las fantasías son herramientas, palas… para cavar y encontrar esos tesoros perdidos.

La catarsis, ese estado del alma que sólo se conseguía en el teatro… En la fantasía. El juego de la identificación que nos permite tener una vida en borrador. ¿Es la realidad la única verdad? ¿Qué es real? ¿Sólo lo explicable? ¿Lo que está fuera del escenario?

¿Qué busco en él? ¿Salvarlo? ¿De qué?

Esta angustia no deja de ser real porque sea inexplicable. Es un “todo” cuyas partes son dos: mi obsesión y ese pedido tan espontáneo, aparentemente sin fundamentos, que lo dejó con la boca abierta. Una angustia real, aunque sintética y profunda; que proyecta algo muy difícil de desenterrar. Un acto fallido.

Sus excusas me angustian… su “no depende de mí”… Su excusa inapelable, que justifica todo, todo, todo. Que tantas veces la repite cuando habla por celular. ¿Es una excusa o es nuestro destino irremediable, que nada dependa de nosotros? Estar preso en un caudal vertiginoso, en una jaula que se desplaza, una enredadera de obligaciones, de “deber ser”, de imponderables… Y ni nos damos cuenta. Incluso pagamos por ello. Nos subimos al tren y miramos para adentro cuando alguien nos grita con desesperación desde el andén. ¡Bajate, bajate!

Yo no soy quién para gritar en el andén. Máxime cuando traté de locos y exagerados a quienes lo hicieron por mí.

Aforismo tropical

La alegría es la incapacidad para encontrar problemas.

La playa hermana

Lo que se ve de cerca: Cositas... detallecitos. Vahos. Gotitas de sudor en el cuerpo y granitos de arena en los pies de la gente. Cuerpos hermosos, humanos, normales, anormales, completos, incompletos, tatuados. Colores en gradiente. Calor.

No se ve mucha vergüenza por acá. Se ven calzoncillos y bikinis por todos lados.

Tornados de humanidad… donde se mezcla el gas de garrafa, la fruta podrida, el sudor y la fritanga. Propulsados por un calor leviatán.

Se come mucho y se desperdicia mucho. Todo se pudre muy rápido acá. Quedan charquitos hediondos por todos lados… y la gente camina en chancletas sin problemas. Pareciera que los problemas están en otro lado… o tal vez no están.

Como los problemas no estaban en esas cositas y detallecitos, me despreocupé… me dejé llevar por el tornado.

La playa hermana hasta a los colores más disonantes. Sonidos, olores, humedades.