El verano recibió a los nuevos cachorros y despidió al chamán del sur, quien fue sepultado en el fondo del lago.
Aullidos sin luna estremecieron el valle y despertaron al gran oso, quien comenzó a marchar hacia el lago, luego de un prolongado letargo.
El búho consoló a la loba y el halcón, desde el cielo, divisó al oso.
Todos se alegraban al ver llegar al chaman, caminando a la izquierda del sol; y se entristecían al ver partir al chaman, caminando a la derecha del sol.
Ahora el chaman camina en el cielo, de noche y de día. Vive en el árbol, en el agua y en el fuego.
No hay tristeza, no hay alegría.
El oso se acerca lentamente, cargando un árbol que le obsequió el espíritu del bosque.
No hay tristeza, no hay alegría.
2 comments:
estamos a full!
que lindo!
fundirse con el todo..será?
En una era mística, debe haber una heroína mística.
Pero no nos adelantemos.
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