El Berserker y el Chamán

Era otra era. De exploración y de meditación. De formación de clanes y tribus. De surgimiento de reyes.

Una fogata lejana alertaba al explorador. Señales de humo espontáneas. Alertas.

El Berserker había emprendido un viaje de exploración geográfica. El Chamán, un viaje de exploración espiritual. Líderes proclamados por sus tribus; tan lejana una de otra. Guiados por diferentes estímulos y propulsados por la convulsión espiritual. Proclamados por su carisma.

El rostro del Chamán, con sus ojos desencajados, calentado por la fogata. El ayuno. El silencio.

El rostro del Berserker, con sus ojos inyectados, manchado por la sangre de la presa. La furia. Los gritos.

La naturaleza. El calor. El alimento. Del alma y del cuerpo. Alucinaciones furiosas y silenciosas en el viaje exploratorio. Introspectivo. De los nuevos líderes tribales.

A lo lejos, la columna de humo. A lo lejos, los gritos.

Cada uno en su viaje. Preparándose para ser líderes. Preparándose para volver iluminados a su tribu.

Era otra era. De Celtas y Vikingos.

2 comments:

Alelí said...

muy pero muy lindo!!!!

PD: y coincido con eso de viajar...es un estado maravilloso del alma. Que además no necesariamente requiere ni pasaje ni pasaporte...pero eso es para otra etapa.

beso

fernandes said...

Gracias!

Me resultan dos arqutipos muy interesantes. Ambos usaban sustancias alucinógenas para entrar en trance y ambos eran líderes carismáticos.

Unos iban a la guerra, locos, furiosos, semidesnudos... Y otros se iban lejos, prendían un fuego y se quedaban mirándolo, hipnotizados.