El Primero se autodefinía por oposición al Segundo y al Tercero.
Al Segundo no lo entendía, le temía y lo odiaba, mientras que al Tercero le cambiaba espejitos de colores por oro.
Luego de pelear por mucho tiempo con el Primero, el Segundo se partió en tres y una parte se fue lejos, otra quedó en la órbita del Primero y la última quedó en la órbita del Tercero.
A todo esto, el Tercero miraba perplejo lo que pasaba entre el Primero y el Segundo. Por momentos extrañaba esa parte del Segundo que se había ido lejos y por momentos perseguía obsesivamente a la otra parte que giraba alrededor del Primero.
Un día, el Tercero se encontró solo; inexplicablemente.
Después de mucho buscar, encontró una notita que decía:
"Me fui a comprar espejitos de colores. Vuelvo en un rato. Saludos. Primero"
Pero nunca más volvió.
2 comments:
no he leído nada
solo: espejitos de colores y el apartado de atençao!
pero he caido en hidromurias, en salvajes ambonios y en sustalos exasperantes, así que volveré y leeré a gusto (pronto)
Me alegra que desee volver. La estaré esperando.
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