Los Años Deformes

Vivíamos felices dentro de la deformidad. Nuestras cabezas se volvían cada vez más voluminosas y derretidas como velas.

No pensábamos triunfar, sólo pensábamos en que nadie nos viera.

Ya no nos veíamos tanto, porque nuestro horroroso aspecto nos espantaba mutuamente. Pero a la larga la deformidad fue cediendo y nuestra tolerancia mejoró.

Así vivimos unos cuantos años deformes.

2 comments:

Lema said...

cuanta verdad, me gusta.

fernandes said...

Hay etapas deformes en la vida.