El monopolio de la violencia en la oficina

Extrapolemos parcialmente la definición weberiana del Estado.

El jefe ejerce el poder legislativo, ejecutivo y judicial sobre sus subordinados; los asciende y los despide, amparado por la institución burocrática. O sea: un sistema estable de normas y costumbres permite a un individuo encarnar el monopolio de la violencia en un micro entorno; dicho sistema lo protege y lo autoriza: él es autoridad suficiente para decidir unilateralmente sobre la condición laboral de sus subordinados. Una sola persona basta para aumentar o disminuir (aunque sea infinitesimalmente) la tasa de desempleo de un país.

Marcado por esos conceptos, el empleado responde a su jefe. Marcado por el miedo a ver alterada su condición laboral, el empleado no contesta a su jefe. Conceptos marcados a fuego por la experiencia de sus padres, abuelos, amigos… por la sociedad en su conjunto. Conceptos que habilitan a un individuo a causarle tormento psicológico a otro sin consecuencia alguna, sin culpa alguna.

El ambiente corporativo es ideal para la proliferación de micro organismos autoritarios. Micro organismos que dan por supuesta su subsistencia indefinida, amparada por la institución del temor-respeto. Micro organismos que extrapolaron parcialmente la definición weberiana del estado y se equivocaron: olvidaron que no poseen el monopolio de la violencia física.

La extinción del micro organismo autoritario está en manos de aquellos organismos que no tengan nada que perder y ejerzan una legítima violencia física ante los tormentos psicológicos de los primeros.

La autoridad normativa se rinde ante la autoridad física. En la medida que las caras desfiguradas de nuestros jefes salgan en los diarios, el mundo será más justo.

14 comments:

fernandes said...

Es un poco largo, sorry.

Alelí said...

está genial, está claro aunque no creo que la única solución sea repartir trompadas...aunque ganas no me faltan, eso tb es una verdad!

a mi, hoy por hoy todo me da lo mismo y nadie y cuando digo nadie es nadie, tiene permiso para maltratarme. no me molesta plantarme y decir BASTA. así rompo aunque más no sea un eslabón de la cadena siniestra.

besos

Danixa said...

me gusta el título: El monopolio de la violencia en la oficina. Parece el título de una canción.

fernandes said...

Alelí, coincido con vos, pero lamentablemente algunos se aprovechan de su posición de poder y no entienden sin violencia física.

Danixa... Una sorpresa verte por acá. Me enorgullece haber escrito algo que te haya provocado dejar un mensaje.

Alelí said...

eso, mi querido, lamentablemente tb es cierto. es en esos momentos que digo "como me gustaría ser macho para bajarle todos los dientes"

fernandes said...

Viendo tus comentarios me di cuenta que el planteo es poco aplicable a las mujeres.

De todos modos, podés mandar a alguien a pegarle.

Adriano said...

o hacer que le suceda un "accidente", alelí..
aah el poder qué tema hermano. En mi ámbito laboral, uno de los empleados me dice rubia y la otra me hincha para arrimarme en su moto a la salida. No tengo un ambiente muy corporativo, no? No se preocupe por la extensión, creo que no sobra nada.

fernandes said...

Adriano: veo que tu lugar de trabajo es pintoresco.

laconicalambada said...

es verdad es verdad tenés razón, yo forcejeé (?) con el contador de mi laburo para sacarle un mail impreso en el que la bruja jefa de rrhh comentaba con otro que yo siempre estoy rompiendo las pelotas (reclamando), y no sólo se lo saqué gracias a una gran técnica de codazos sino que atravesé todo el sector de contabilidad corriendo y metí empujones varios. Después lo que hago con los malos es cantarles desafinado cuando entran al baño, a los gritos, o cantar canciones religiosas.

fernandes said...

Jajaja!!

Revolution!!!

Lema said...

me encanta cuando cagan a palo a algun jefe autoritario,o que tenga una desgracia familiar, todo llega dicen algunos!

Orlok said...

Estimado hermano, su entrada es por lo menos inspiradora. A veces la realidad precisa ser explicada para poder actuar en consecuencia. En este momento voy a levantarme de mi silla y voy a ir a cagar a trompadas al conejo idiota que tengo por director. Existe la posibilidad de que sea mejor luchador que yo, pero yo pienso pelear suyo. Voy a pegarle con la punta de mi borcegui en su canilla.
Cariños, Orlok

Orlok said...

Fe de erratas:
Donde dice:
"Existe la posibilidad de que sea mejor luchador que yo, pero yo pienso pelear suyo"

Debio decir:
"Existe la posibilidad de que sea mejor luchador que yo, pero yo pienso pelear sucio"

fernandes said...

Entendidísimo.

Use navajas si el oponente lo supera en tamaño.