Viaje de Trabajo X

Los tres bastardos asiáticos partieron desde sus aldeas hacia el punto más alto de la muralla china para jugar a los naipes. Uno de ellos era un vietnamita estafador, los otros eran un mongol infiltrado en el ejército samurai y un escriba-contador chino.

El chino dirigió, el mongol cazó y el vietnamita recolectó. Más tarde, el mongol realizó una operación aérea para dar con Bhandej Apahaiza. Bandejh lo recibió con entusiasmo y le brindó los elementos de las pirámides.

Una vez en la torre… los viajeros se dispusieron a preparar el fuego. Mientras el mongol cocinaba, aprendía el arte de la apuesta costeña: el Cheeng Chong… Pero antes, el mongol fue al jardín lítico a perseguir un dragón.

Ya inmersos en el juego, el vietnamita sacó rápida ventaja sobre el mongol y luego el chino. El juego se veía complicado y el mongol aún no comprendía las reglas. Por una equivocación, sus oponentes vieron sus cartas y sacaron nuevamente ventaja, sobre todo el vietnamita. El mongol tuvo una repentina epifanía y empezó a cortar cabezas. Menos una cabeza para el chino y cero consecuencias para el Vietnamita. El mongol disfrutaba y los otros dos lo putiaban.

Mientras tanto, la cena se preparaba en el horno.

Dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego. Luego de 100 puntos más, dejaron de jugar, comieron, brindaron y retomaron el juego.

Luego de 100 puntos más…

comieron, brindaron…

y retomaron el juego.

Y siguieron así durante 21.000 años.

Dios está en la Radio

Sssssh.

Sssssssssh.

Pará un poco que sino no se escucha.

Escuchás?

Escuchá.

A ver ahí. Mmm. Bancá que acomodo la antena. Ahí se escucha mejor.

Ves?

Te dije.

Uf.

Parte I
No está malo estar afuera y no está malo volver a casa. Hay un tema que es para ir y volver. Siempre hay una canción que sirve para dos cosas opuestas.

Primero das y después quitás.

Y lo llevás lejos, mezclado con olores de aeropuerto. Lo llevás a todos lados. Con alguna molestia… una llaga, un dolor de garganta, un dedo cortado cuyo dolor acompaña en el viaje y lo hace inolvidable.

Primero das y después quitás.

Está bueno volver y está bueno marcharse. Está bueno que tu acento sea extraño. Está bueno que tu acento sea común. Resulta que uno es y no es. Resulta que uno da y quita a la vez. Resulta que un día más en este mundo es un día menos en este mundo.

Una canción para los muertitos.

Una canción para vos.

Una canción.

Una.


Parte II
Ah. Suspiro. Suspiro hondo. Hondísimo. Qué difícil es despertarse. Uf.

Uf.

Bueno.

Arriba. Ahora sí.

Chi

Un tifón me sumerge en un océano de electro shocks… Imposible nadar o encontrar la superficie en medio del tornado submarino.

Gritar sumergido en el agua mientras caen rayos que electrocutan. Gritos ahogados como en una pesadilla.

Trago el agua electrificada y tiemblo. No veo nada… salvo resplandores intermitentes diluidos en agua que me indican donde está el cielo.

Al escuchar mis gritos entiendo que salí a la superficie… Puedo ver la lluvia y el cielo nublado violado por relámpagos.

Es de noche y hace frío. A lo lejos veo el faro… trato de hacer la plancha y rezar para que se despeje.

Creo que Dios está empezando a mover su lengua… no hay gente y no hay sol.

El humo sale de los pulmones y se produce la hidrólisis del alma.

Viaje de Trabajo IX

(Primer Acto: Stairway to Mahn Ghah)

Hepa!

Watanegui consup
Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga

Watanegui consup
Iupipati Iupipati
Wuli Wani Wanaga

Watabuinegui consup
Watabuinegui wanaga

Watabuinegui consup
Watabuinegui wanaga

Si tu quieres bailar,
Sopa de caracol
Eh!

(Segundo Acto: Catherine)

El cielo comenzó a oscurecerse.

Gotas de sangre en el suelo... estaba lloviendo sangre.

Poland puso play y empezó a sonar Slayer.

Sacado y con la barba llena de merca la miré y le dije:

"Qué liiiiiiiinnnnnnnnnnndo nombre Catherine"

Viaje de Trabajo VIII

(El Viaje de Poland.)


La meta era tomar coca con Mahn Ghah… pero glitches dimensionales transportaban a los Bastardos desde Seattle a Mar del Plata. Se sentía Valeria, Pinamar y Bariloche. Se sentía el merengue en los pies.

Salimos en alfombra mágica con Poland, Jason Forester y Hazzard.

Llegamos a Arabia y Poland entró en trance. Caminó por una cornisa de temores y encrucijadas. Sintió hambre y saciedad, frío y calor, terror… Angus Young tocaba y una vela prendida pulsaba en sintonía con su respiración. Salió a tomar aire y no pudo. Se quedó frente a la vela. Abstraído, confiando en la guía y el puñado de sal.

Bong!

De vuelta a la vigilia, Poland describió brevemente el viaje y el alivio se reflejó en su cara…

Nada físico salió de él… y las reflexiones continuaron en el cohete que nos llevaba de vuelta a casa… como Monitos del Espacio.

Viaje de Trabajo VII

Y el halcón aterrizó en el último suspiro de los Andes. Esta vez no salimos tan tarde.

Hicimos Blitzkrieg en mini Las Vegas y trajimos dos dedos de momia.

Pegaron bien.

Después nos fuimos en un descapotable escuchando Rock Surf por Mar de las Pampas con el Mahn Ghah. Llegamos, nos bajamos un litro y después nos la tomamos toda.

Y pasamos todo como taxi.

(Oye que bieeeeeeeeeeeeen.)

Reflexión del día

"Las masacres me gustan como las empanadas: la carne cortada a cuchillo."