Lo que uno pierde de vista

Este es un artículo más. Ni siquiera es un titular.

Pero hoy me pasó algo distinto: porque esos dos cadáveres mutilados y desparramados por el pavimento de la autopista no pasaron inadvertidos cuando tuve que esquivarlos con el auto. De hecho, tuve que cerrar los ojos y mirar hacia otro lado para no verlos. Al lado de esos cadáveres no había ninguna modelo famosa hablando de su mal momento sentimental, ni la ministra de economía hablando de su magnífico plan anti inflacionario, ni las recetas del imbécil de Martiniano Molina.

Sólo había un montón de fierros retorcidos, vidrios y plásticos que alguna vez fueron el auto de uno de ellos.

No comments: