En la espera


En la espera de la fila para comer un sandwich. Un muy buen sandwich.

La espera como situación dentro de la fila. Una fila que también conecta con otras cuestiones, más allá de la propia espera.

Una configuración, una secuencia de cuerpos para significar, generalmente, una espera.

Pero la fila no es todo espera.

Ella, en la espera.

La grasa del jamón

Sigo buscando a la bruja. La que me leyó la borra. Necesito que corrobore lo que estoy viviendo.

Estoy inmerso en la parte rosada de este jamón crudo dimensional; y en la parte blanca del jamón, pasan cosas. Pero no puedo llegar. No me puedo pasar de la parte rosada a la parte blanca, a menos que alguien corte una feta.

No puedo conseguir nada. Nada más que este pullover en verano.

Parado en una feta de jamón crudo, en el medio de la meseta.

El Fantasma

El fantasma es el residual psicológico de ese par casi simbiótico que tenía como amigo. Habita en su mente.

Lo sigue manipulando. Le baja línea.

Ese residual psicológico es un algoritmo. Raras veces sorprende. Se queda instalado en su mente como un sistema autónomo.

Un giróscopo que lo regresa siempre a su rumbo.

No puede escapar de su fantasma.

El fantasma es un programa. Un algoritmo psicológico.

Un cierto perfume

Hay un cierto perfume que no se consigue. Lo he buscado sin resultados.

Un perfume para ocasiones formales. Un perfume que sólo lo he olido en hombres de ojos hundidos.

Los hombres de ojos hundidos tienen ese olor. No es un perfume. Es su olor característico.

Ellos están entre nosotros. Su perfume no se consigue.

Somos



Somos chorizo emparedado por los productos y los productores de nuestra cultura.