El ácido nuevo del sistema Demetrio

El ácido nuevo del sistema Demetrio electroliza los deseos de un Dios mas terrenal.

Aunque en lo áspero me ascienda. No opino lo mismo que los precursores que vieron en ello una gota de placer.

Para nada. Sólo deseo insistentemente que la casa sea en vano. Un vano pobre como aquellos.

Un vano compresor como unos.

Y a parte de mi alma, él espera la misma vizcacha que antes. Tierna y sinfónica. Como su madre. Tan perpléjica como antes, tan rayana como ninguna. Si nunca tuve una sensación, esto creo que es lo más parecido.

Porque da pena manejar por el downtown trasero. En el abismo de otro, que no me importa. Canchas de tenis militarizadas. De paredes de ladrillo pintado verdes. De parques chases oníricos que se repiten y se repiten y los olvido y los resguardo.

Será consciente, será uno solo. Será posible, será endémico.

Y no hablo de la archiconocida intérprete. Hablo de catalizar, progresar, escuchar y abominar.

Hablo de otros mares, otros bukakes y los mismos muelles a bala que siempre me hacen creer que no todo es tan termodinámico como dicen.