Comunión en el chino

Las noches en el chino se hacen cortas. Si no fuera por el descanso de los chinos, nos quedaríamos más tiempo. Algunos ya nos conocemos, otros no. Hablamos, callamos, otorgamos y los desconocidos nos volvemos familiares, como el chop suey.

- Para empezar, dos porciones de arrolladitos primavera, por favor.
- ¿Ló pocione?
- Sí. Y para compartir, pollo kung pao...
- É muuuy picante, ¿eh?
- No hay problema. También un chop suey y un chaw fan de camarones, por favor.
- Tónce... ¿Ló aloshado, ú kunpó, ú chop suey y ú chofá e camalón?
- Así es. Gracias.

Pensar que vienen de tan lejos; otra cultura, otra onda, otro idioma, otros tiempos y acá nos entendemos. La mesa giratoria anula las distancias... Casi tan lejanas como el fainá y el won ton; pero ya no, porque el chino no desentona en plena Corrientes.

Después del Confesionario, la Comunión es en el chino.

1 comment:

Alelí said...

estas en buenos aires???????

te morfaste todo eso solo???

estás con hambre, querido!