Paseando Dragones

Hoy saqué a pasear a dos dragonas silenciosas. Me enseñaron su infinita compasión y que sufren al estar solas. Que quieren salir y quedarse a la vez. Que la correa imaginaria ya no las ata. Que no tiene sentido imponer la lógica de manera brutal. Y que existen muchos frentes descubiertos. Me mostraron qué es necesario y qué no. Que se puede ir; sin necesariamente irse… Y explorar siguiendo el errático sendero de la imaginación.

El viejo osco

Es un personaje difícil. Debe tratárselo con paciencia y ello requiere tiempo e intuición. De carácter duro: uno tarda en llevarse bien con él y no entra en confianza rápidamente. Cuando lo apuran, arruina todo lo que está haciendo. Muchos no lo entienden, se enojan y lo abandonan. Otros se aburren, se olvidan de él y vuelve a arruinar las cosas. Otros están demasiado pendientes de él y se estresan; entonces dejan de delegarle responsabilidades. Mientras que sólo unos pocos esperan, respetan los tiempos y entienden las mañas del horno.