El amor platónico es el sistema de fuerzas afectivas que le permite a uno estar eternamente en órbita alrededor de otra persona. Uno nunca caerá a tierra ni se alejará de ella. Simplemente tendrá la suerte de observar indefinidamente desde lo alto a un cuerpo hermoso, lleno de vida y grandeza.
Mirar desde la escotilla de la estación espacial a la tierra de donde venimos. Tener conciencia de la inmensa distancia que separa y, sin perjuicio de ello, tener conciencia del origen que une.
El amor platónico requiere disciplina; y esa disciplina se basa en el equilibrio de las fuerzas afectivas... en el contraste entre ellas. Reside en alejarse para amar más fuertemente.
Todo se traduce en invertir tanta fuerza para distanciar, como para estrechar; en sacrificar lo instantáneo por lo eterno y lo superficial por lo profundo.
Amar como nunca se amó y prescindir de la voluntad.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment